Desde el inicio del proyecto, la vegetación ha sido el elemento central en la concepción de esta casa. La disposición de los árboles en la parcela ha guiado la geometría y la posición de la vivienda, creando una conexión íntima con su entorno. La casa se adapta suavemente a la topografía del terreno, permitiendo que los árboles más destacados conserven su presencia y se conviertan en parte integral del diseño.
El diseño se basa en dividir el volumen de la casa en diferentes secciones, las cuales se extienden mediante amplios porches revestidos de piedra. Esta extensión hacia el exterior facilita la creación de una amplia terraza que complementa el espacio habitable de la vivienda.



Los materiales elegidos para esta vivienda están destinados a crear un ambiente acogedor y cálido, proporcionando a los residentes un refugio confortable. Los muros perimetrales, sólidos y protectores, delimitan el espacio interior, mientras que las generosas superficies de vidrio o correderas, integradas en los muros, se orientan hacia el sur para maximizar la entrada de luz natural.

En verano, protegemos las aberturas y abrimos la fachada sur protegiéndola por dos porches uno en cada planta y en la fachada norte que nos permiten generar ventilaciones cruzadas de forma efectiva gracias a la compacidad de la planta.

En todos nuestros proyectos, el éxito radica en el cuidadoso control de la obra, la colaboración estrecha con artesanos en el taller, la comprensión de la cultura local y la elección de materiales naturales. Todo esto, combinado con una sensibilidad hacia el entorno y el clima, nos permite crear un conjunto arquitectónico que se integra armónicamente en el paisaje, con una construcción de alta calidad y un ambiente interior saludable y natural.
