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Refugio.

Un refugio en el bosque

La familia recientemente heredó el terreno y decidió cumplir su sueño de construir su casa en una amplia parcela, adquiriendo también la parcela contigua para disfrutar al máximo de la naturaleza.

El sistema constructivo de la vivienda se fundamenta en muros de termoarcilla de baja transmitancia térmica, lo que permite conservar la temperatura interior durante varias horas, ya sea en frío o en calor. Estos muros están revestidos con un aislamiento exterior de excelente calidad, cubierto por un revoco blanco y en ciertas áreas con revestimiento de madera.

Durante el invierno, aprovechan la entrada del sol a través de las ventanas para calentar el interior de la casa. La energía térmica se acumula en los muros gracias al eficiente aislamiento, manteniendo el calor durante horas, incluso después de que el sol se ponga.

En los meses más cálidos del verano, las protecciones solares mantienen frescos los muros, combinado con una ventilación cruzada generada por la diferencia de temperatura entre las fachadas sur y norte. Esta combinación proporciona un confort térmico incluso en los días más calurosos.

Los cerramientos están equipados con cristales de varias cámaras, lo que contribuye a una mayor eficiencia energética y a una menor demanda de energía.

En cuanto a las instalaciones, se ha optado por un sistema de aerotermia alimentado por energía solar, que proporciona calefacción durante el día y agua caliente sanitaria, almacenada en un depósito de inercia, sin generar ningún consumo energético adicional.

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